Bert Hellinger
Hellinger señala que hay 3 ordenes del amor, en todos los sistemas familiares que se ejercen consciente e inconscientemente, donde generan que fluya el amor o se estanque.
.png)
Cascada el agua fluye de manera libre
Los tres ordenes del amor son:
1. Pertenencia: cada miembro del sistema tiene derecho a pertenecer, sea como sea.
2. Jerarquía: cada miembro tiene un rol y un orden en el sistema.
3. Dar y Tomar: en otras palabras el dar y recibir de los miembros del sistema, deben tener una concordancia con la jerarquía y pertenencia para que exista la armonía y equilibrio.
En la pertenencia da lugar a los excluidos del sistema familiar, que son aquellos que no tuvieron una buena consciencia, es decir las ovejas negras de la familia, son criticados, incapacitados, desvalorizados, pueden ser los enfermos y que no son mirados con amor.
En la Jerarquía podemos observar a los miembros que llegaron primero y a los que llegaron después, por ejemplo: BISABUELOS, ABUELOS, PADRES E HIJOS, el desorden da origen a muchos problemas; uno de los más comunes es donde los HIJOS se encargan emocional y físicamente de los PADRES, y con cierta superioridad que desgasta la relación natural. Dado que el hijo carga con demasiado peso tiene una constante frustración; en todos estos casos se observa el dolor tan grande, que a través del tiempo fue la manera que se encontró para sobrevivir de los miembros del sistema.
El Dar y Tomar: un hijo toma de los padres el amor, la protección, sabiduría, entre otras, y también de los que llegaron antes que él. Así, cuando llegan sus hijos, devuelve lo recibido a sus propios descendientes, dando lugar a una cascada de amor incondicional, en este ejemplo el equilibrio existe porque la jerarquía más alta da hacia las nuevas generaciones esas enseñanzas acumuladas, tanto de experiencias de gozo y felicidad, como de lo “no resuelto”.
Por otro lado, está el dar y recibir entre la pareja, que como dice la palabra: en el mismo nivel, dan y reciben. Es un constante fortalecimiento del vínculo, uno da más y el otro da un poquito más; de esta manera se va dando el amor y la pareja da lugar a la siguiente generación. Cuando la vinculación es tóxica este intercambio es negativo y se debilita la relación. Existe una enseñanza transgeneracional en donde la mujer tiende a dar más a la relación, que el hombre, generando un desequilibrio que se ha normalizado pero, la mujer moderna se cansa y viene la separación de la pareja.
El desorden de estos principios provoca dinámicas inconscientes tales como:
Falta de autoestima
Miedo a no pertenecer
Sobrecarga de exigencia
Problemas de pareja
No encontrar una pareja estable
Hijos con problemas de conducta
Conflictos familiares
etc.
Si quieres conocer más de tu sistema familiar y entender de donde vienen algunos de tus problemas, pide ayuda.
